Gracias a vosotros
Con los ojos llorosos, Clara se volvió hacia los chicos y dejó que su emoción se tradujera en palabras: “Gracias, de todo corazón”, dijo, con la voz entrecortada por la gratitud. Quería que supieran que su casa estaría siempre abierta para ellos, invitándoles a pasar cuando quisieran. Era una pequeña forma de expresar la profundidad de su gratitud por aquel gesto desinteresado, que había protegido a su compañero felino de un destino peligroso.

Agradecimientos
Nuevos amigos
Durante las semanas siguientes, los jóvenes aceptaron la invitación de Clara y empezaron a visitarla para compartir té y una buena conversación. Estos encuentros resultaron ser mucho más que simples gestos de cortesía: fueron el inicio de una verdadera amistad. Las conversaciones fluyeron de temas banales a reflexiones más profundas, creando un puente inesperado entre generaciones diferentes. Clara disfrutó enormemente de su presencia, encontrando frescura en sus puntos de vista y alegría en la convivencia.

Amigos recién descubiertos