Mirada fija
Al acercarse, Clara se percató de las intensas y extrañas miradas de los chicos, que permanecían fijas en ella, haciéndole imposible seguir caminando sin darse cuenta. No era la indiferencia habitual con la que solía encontrarse; había intención en sus ojos, como si estuvieran esperando algo de ella. El corazón de Clara dio un brinco, indecisa sobre cómo reaccionar.

Ojos fijos
Enfoque inquebrantable
Los chicos no se molestaron en disimular su curiosidad cuando Clara se acercó. Sus miradas eran descaradas, atentas y llenas de expectación. Sintiéndose el centro de una pregunta silenciosa, Clara mantuvo la cabeza alta y los pasos firmes. La intensidad de aquellas miradas era desconcertante, pero en su interior crecía una serena firmeza. Pensó que sólo era una impresión, pero estaba completamente equivocada.

Concentración inquebrantable