Observación atenta
Durante los días siguientes, observo atentamente a mi mujer, siguiendo en silencio sus rutinas y controlando sus hábitos telefónicos. Empieza a salir de casa a horas extrañas, siempre con una excusa conveniente, y su teléfono -ahora en silencio- se vigila con más cuidado que nunca. La sorprendo mirándolo a menudo, enviando mensajes rápidos y secretos que no hacen sino aumentar mi inquietud. Cada día que pasa, mis sospechas se intensifican, reforzando mi determinación de sacar a la luz lo que oculta.

Observación atenta
Amigo de confianza
Para vigilar mientras estoy en el trabajo, recurro a la ayuda de un amigo de confianza, Mike, a quien conozco desde hace años y con quien puedo contar sin ninguna duda. Acepta inmediatamente, diciendo: “No te preocupes, estaré atento” Fiable y perspicaz, es el aliado perfecto para esta silenciosa investigación. Contar con él supone un pequeño alivio, pero la constante y punzante ansiedad se niega a desaparecer.

Amigo fiable