Fingí no oír la traición de mi mujer y luego hice mi jugada

PUBLICADO EN 08/21/2025
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Mirando el móvil

Durante la cena, no deja de mirar el móvil, sus dedos bailan sobre la pantalla mientras envía mensajes repetidamente. “¿Va todo bien? Le pregunto, manteniendo un tono ligero e informal. “Sí, sólo algunas cosas del trabajo”, responde con suavidad, apenas me mira a los ojos antes de volver a su aparato. Cada mensaje que envía es como un ladrillo más en el muro que se levanta entre nosotros, ahondando la distancia y alimentando la montaña de dudas y sospechas que se ha ido formando en mi interior. Aunque frustrada, mantengo la compostura, decidida a llevar esto hasta el final.

Glancing At Her Phone

Mirando su teléfono

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Mentiras sin esfuerzo

Le pregunto casualmente cómo le ha ido el día, y ella responde con facilidad, mintiendo sin esfuerzo sobre detalles mundanos. “Sólo he hecho algunos recados, nada emocionante”, dice encogiéndose de hombros y bebiendo un sorbo de vino. Asiento con la cabeza, fingiendo creer, aunque cada palabra me corta como un cuchillo. La facilidad con que me engaña es casi escalofriante, y empiezo a preguntarme cuántas mentiras más me habré tragado sin saberlo. A medida que transcurre la velada, mantengo la farsa, aunque sé que necesito pruebas más concretas antes de dar el siguiente paso.

Effortless Lies

Mentiras sin esfuerzo

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